Cruceros enológicos, para convertirse en un auténtico sommelier.
Solemos asociar los cruceros a la fiesta sin control, a las piscinas, el sol del Caribe y los cócteles veraniegos. Escalas en cada puerto, música de marimbas y el periódico tapándonos las cara en mitad de nuestro sopor.
Pero como ya venimos diciendo, el mundo de los cruceros evoluciona ante la demanda de los clientes. Y estas demandas como los clientes cambian y se diversifican. El crucero es un excelente medio de transporte, un hotel flotante que recorre el mundo y que viaja por todos los mares del mundo, pero los viajeros son cada vez más exigentes y piden recorridos más interesantes, actividades más desarrolladas y contenidos culturales más profundos.
Cultura y Cruceros, ¿unión incompatible?
Es lo que se ha pensado hasta ahora, pero cada vez son más comunes y tienen mayor éxito los que denominaremos cruceros culturales. Bastante populares en Francia, Alemania y Gran Bretaña, comienzan a ser conocidas por los cruceristas españoles y latinoamericanos.
Cruceros musicales.
Estos cruceros pueden ser fluviales o marítimos y cuentan ya sea con orquestas o con solistas de música clásica y generalmente hay un hilo conductor, por ejemplo la música del compositor austriaco Franz Liszt. Este ha sido el centro de un crucero fluvial entre Berlín y Praga por ejemplo. Conocidos mezzo-sopranos y barítonos, pianistas de renombre y la posibilidad de asistir a conciertos en tierra firme configuran un crucero diferente donde la música lo es todo. En los cruceros fluviales se combina el turismo monumental y natural con las escalas musicales pero en otros cruceros que han recorrido el norte de Europa o el Caribe, la orquesta y los solistas viajan con nosotros y nos regalan conciertos todos los días. Además de las veladas musicales, tienen lugar conferencias, mesas redondas, coloquios y la posibilidad de encontrarnos y compartir el viaje con los músicos.
Otras variantes son los cruceros organizados en torno a los grandes musicales como Cats, Chicago, Cabaret… o incluso centrados en los clásicos Disney.
Cruceros literarios.
De forma similar los cruceros literarios giran entorno a un eje cultural, pero en este caso los libros. En julio de 2012 tendrá lugar un crucero que partiendo de Calais en Francia llega al Cabo Norte y Tromso en Noruega, tras recalar en Escocia en Gran Bretaña, las islas danesas de Feroe, e Islandia. En este crucero participan Eric-Emmanuel Schmitt, Anne Marie Metailié, Sylvain Tesson y Jean-Michel Salvador. El periódico francés Le Figaro organiza el viaje. El mismo periódico organizo un crucero que circunnavegó África hace un par de años, con numerosas escalas literarias y varios autores africanos o relacionados con África.
Los cruceros literarios o ship lits son populares en Estados Unidos y Gran Bretaña, pero ya comienzan a aparecer en Europa. La posibilidad de codearse con autores de actualidad es un atractivo añadido al propio recorrido del crucero.
Cruceros gastronómicos.
Más telúricos son los cruceros gastronómicos. Francia una vez más es pionera en este tipo de viajes, pero ya se encuentran cruceros en compañías como Logitravel que salen de Barcelona por ejemplo. En estos cruceros chefs españoles, franceses, italianos o británicos hacen degustar sus especialidades durante todo el recorrido. Una de las características es el uso de alimentos y productos típicos de las regiones y puertos que toca el crucero. Si se trata del Mediterráneo, la dieta del sur de Europa y del Norte de África domina con pescados, frutas y verduras, carnes, aceite de oliva y vino de España, Italia y Francia.
En el caso de recorrer las islas griegas, los quesos, las aceitunas, los vinos la carne de cordero y cabrito o los postres balcánicos y otomanos estarán presentes.
Una variante son los cruceros gastronómicos que se fundamentan en la corriente gastronómica slow food, corriente que quiere cambiar los hábitos alimenticios favoreciendo los alimentos locales, ecológicos y sanos. Esta filosofía se muestra a lo largo del crucero intentando cambiar malas costumbres, económicas y gastronómicas.
Bon voyage.