Cruceros por Patagonia y Tierra del Fuego

Fiordo Última Esperanza, en le estrecho de Magallanes. Foto de Karl Agre, M.D.
Fiordo Última Esperanza, en le estrecho de Magallanes. Foto de Karl Agre, M.D.

Chile y Argentina comparten el cono sur de América. El subcontinente se estrecha progresivamente apoyándose en la espina dorsal, los Andes. Del lado argentino la Patagonia se extiende con sus llanuras desiertas, donde sólo algunos rebaños de ganado pastan, en mitad de carreteras larguísimas que se pierden en la inmensidad de un paisaje aún virgen.

El lado oeste una vez cruzados los Andes, en Chile, la costa es mucho más recortada, con fiordos semejantes a los de Noruega. Ambos países confluyen el la isla de Tierra del Fuego, que comparten, separada por el estrecho de Magallanes. La últimas tierras de América antes de la Península Antártica, puerta del continente helado, adonde, por otra parte, también llegan otros cruceros.

Tierra de inmensidad.

La naturaleza muestra la pequeñez del ser humano en cada rincón de la Patagonia. Cada rincón, que por otra parte, es algo gigantesco. Las inmensas montañas, estribaciones de los Andes se cortan a pico y sus rocas coloreadas al sol refulgen entre el manto blanco de la nieve y los glaciares.

El interior de la Patagonia argentina cuenta con maravillas como los glaciares de Perito Moreno y el Chaltén al pie del monte Fitz Roy, cerca del lago argentino y la ciudad de Calafate, una paraje maravilloso que se puede visitar antes o después de nuestro crucero.

Río Travieso en la Patagonia chilena. Foto de Noelegroj.
Río Travieso en la Patagonia chilena. Foto de Noelegroj.

Los cruceros no pueden llegar a estos lugares pero las costas de Patagonia, el Estrecho de Magallanes, el Canal de Beagle, son ya de por si entornos de naturaleza extrema, donde la roca, el mar, la fauna y la flora, sobreviviendo, nos dan muestra de la versatilidad de los seres vivos. Así también los hombres, que han colonizado estos territorios y que han construido ciudades, que por su singularidad sorprenderán gratamente. Pequeños pubs que recuerdan a los bares y tabernas de los lobos de mar; pueblos construidos en cuadriculas, con fachadas de madera de vivos colores que a veces nos llevan a Alemania y Escandinavia, a pesar de que estemos al otro lado del mundo. Ciudades como Punta Arenas, Ushuaia, Chiloé o Puerto Montt, son ciudades de pioneros y aventureros que por diversos motivos se han asentado, temporalmente o para siempre en estas tierras de descubrimiento.

La fauna es rica a pesar de las temperaturas y los vientos helados. Islas enteras pobladas por pingüinos magallánicos, cormoranes, gaviotas australes, elefantes marinos, morsas o focas. Y en e mar balletas inmesas, como los océanos que envuelven la Patagonia. Hay islotes y ensenadas, bahías y penínsulas llenas de misterio, todavía totalmente vírgenes y jamás exploradas. Una tierra, la última tierra les espera.

Puertos de embarque y rutas.

Los principales puertos son Buenos Aires y Ushuaia en Argentina, Valparaíso y Punta Arenas en Chile, y Río de Janeiro en Brasil.

Las rutas suelen durar entre 7 y 15 días. Hay cruceros que atraviesan el Estrecho de Magallanes o el Cabo de Hornos y van de un país a otro, normalmente los recorridos de 15 días. Estos hacen escala en Montevideo, Punta del Este, Port Stanley en las Malvinas, Ushuaia, Punta Arenas, los fiordos chilenos, el glaciar Amelia y Puerto Montt.

El Monte Fitz Roy en la patagonia argentina. Sobran las palabras. Foto Stefano Parad.
El Monte Fitz Roy en la patagonia argentina. Sobran las palabras. Foto Stefano Parad.

Otros cruceros más cortos, se circunscriben a la Patagonia y Tierra del Fuego o a los fiordos chilenos. Por ejemplo los cruceros que salen de Puerto Montt en Chile y que visitan el glaciar San Rafael; la ruta Puerto Natales – Glaciar Amelia (Chile); la ruta de Punta Arenas al Cabo de Hornos; o los cruceros que desde Ushuaia recorren Tierra del Fuego.

De Ushuaia zarpan varios cruceros que visitan la Antártida, el paso de Drake y el Mar de Weddell y las islas británicas de las Georgias del Sur y las Malvinas. De estos cruceros polares hablaremos en una sección especial.

Incluso existen algunos cruceros que duran 32 días que unen Buenos Aires y Fort Lauderdale en Florida, doblando el cabo de Hornos y atravesando el canal de Panamá y el Caribe. Un viaje de una vida!

Para saber más sobre estos cruceros y realizar sus reservas, visite las páginas de nuestros anunciantes.

No todas las empresas de cruceros ofrecen cruceros por Patagonía y Tierra del Fuego, por lo que les recomendamos usar este buscador:

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