Los cruceros fluviales son una novedad en el mundo de los viajes marítimos. Evidentemente no se han inventado ahora ya que los grandes ríos del mundo han sido secularmente los medios de comunicación más fiables y prácticos. Así el Misisipi, el Amazonas y el Paraná Paraguay en América, el Congo y el Nilo en África, el Yang-tze, el Ganges en Asía y el Rin, el Ródano y el Danubio en Europa han visto surcar barcazas, gabarras, vapores desde hace siglos. Ahora el transporte comercial sigue siendo importante en los ríos, pero también los cruceros de vacaciones se han generalizado.
Así, en esta sección les hablaremos del Danubio, sus ciudades, espacios naturales y encantos.
El segundo río más largo de Europa nace en la Selva Negra en Alemania, pero su recorrido no le lleva al Atlántico o al Mediterráneo sino que a través de sus casi 2900 Km. recorre 10 países (gracias a la desagregación de la antigua Yugoslavia y de la URSS) para desembocar en el mar Negro. Esta mitteleuropa, Europa Central y oriental, que tantos quebraderos de cabeza ha dado al viejo continente está cargada de historia, gracias al Danubio y su excelente navegabilidad se encuentra al alcance de viajeros y turistas. Porque el Danubio es navegable en la mayor parte de su recorrido, concretamente durante 2.500 kilómetros, desde su delta en el mar Negro hasta Ulm en Baviera. Esto es una gran ventaja ya que en pocos días podemos visitar las ciudades de Belgrado, Budapest, Bratislava y Viena, además de sitios naturales espectaculares como las gargantas de las Puertas de Hierro.
Estampa danubiana, Basílica y Castillo de Esztergom en Hungría.
Ciudades de Salida.
Normalmente los cruceros salen de la capital austriaca, la imperial Viena. Otros parten de Budapest o Nuremberg. Además gracias a los canales que comunican Danubio, Rin y Sena, algunos cruceros incluyen París, Ámsterdam o Estrasburgo en sus recorridos.
Rutas y recorridos.
Las rutas dependen de la duración. Si es menos de una semana normalmente se circunscriben a Austria, Eslovaquia y Hungría. Si son de 15 días puede llegar al Mar Negro pasando por Serbia, Rumania, Ucrania y Moldavia, además de los anteriores países. Viena, Bratislava, Budapest y Belgrado suelen entrar en la mayoría de los cruceros, pero las opciones son diversas, por lo que les recomendamos investigar en las agencias que ofrecen cruceros.
Al pertenecer la mayoría de los países a la Unión Europea (excepto Serbia y Croacia), no hay problema con los pasaportes.
Cultura, música, naturaleza.
Navegará atravesando numerosos países de la Europa Central. Admirará ciudades centenarias, castillos medievales, iglesias barrocas y hermosos palacios. A bordo de barcos con encanto en un decorado digno de Sisi y toda su corte, podrá disfrutar de todo el romanticismo del Danubio azul, aunque no sea del todo azul. La música de Mozart, Liszt y tantos otros, les acompañarán en sus escalas de Viena, Budapest, Linz, Bratislava, Belgrado, Bucarest. La naturaleza está presente en la llanura húngara, en las gargantas serbias y el delta rumano y ucraniano frente al Mar Negro. Un viaje de otra época especial para enamorados, o para enamorarse.
Otra de las ventajas de los cruceros fluviales es que no tienen los inconvenientes del mar bravo, no habrá mareos ni aclimatación al océano. La tranquilidad del crucero fluvial se une al descubrimiento de países y ciudades no demasiado turísticas por el momento, sobre todo en Serbia, Croacia, Eslovaquia, Rumania y Ucrania, lo que hace que el coste de la vida en esas escalas no se alto y que la acogida de la población sea más acogedora. Rumania destaca en ese sentido, desmintiendo la mala prensa que, a veces, acompaña a este bello país.
En cualquier caso no lo dude y embárquese en un crucero por el Danubio.
No todas las empresas de cruceros ofrecen cruceros por el Danubio, por lo que les recomendamos usar este buscador:
