La última singladura de Vacaciones en el Mar

El barco de nuestra infancia va al desguace.
El barco de nuestra infancia va al desguace.

El último capítulo de Vacaciones en el Mar.

Un mito del mundo del crucerismo se acaba. El Pacific Princess, el principal barco de los cuatro buques en que se rodó durante 10 años (1977-1986) la famosa serie de televisión Vacaciones en el Mar (The love boat), va a ser desguazado en Turquía. El barco cuyo nombre original era Sea Venture, antes de convertirse en el emblema de la serie norteamericana como Pacific Princess, realizará su último viaje camino del desguace.

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El navío con casi 20.000 de peso y capacidad para 600 pasajeros fue un pionero en el mundo del crucerismo. Un mundo que ha evolucionado mucho desde que en 1971 fuese botado en los Estados Unidos. La fama de la serie de televisión dio un gran impulso al turismo de cruceros en Estados Unidos, permitiendo al resto del mundo acercarse a una forma de viajar y recorrer los mares desconocida.

En Europa y América latina los paquebotes eran la imagen de la emigración o la de los grandes trasatlánticos como el Titanic o el Queen Elizabeth. Sin embargo, el desarrollo del turismo ultramarino e internacional hizo que en los años 2000 en Europa, Asía y América Latina también se hiciesen populares las vacaciones en cruceros. De hecho el Pacific Princess volvió a su función original tras el final de la serie de televisión y tuvo una larga vida de viajes haciendo disfrutar de agradables singladuras por el Caribe y las Bermudas a miles de turistas.

En 2007 el barco fue comprado por una empresa española con la intención de hacer rutas por el Mediterráneo, mezclando el nuevo apogeo de los cruceros con la añoranza de los treintañeros que recordaban su niñez. Pero las cosas no pasaron como se pensaba. La normativa europea exigía que el barco fuese remozado y que se eliminase el amianto que había sido utilizado en los materiales de aislamiento y otras piezas del navío. Anclado en Génova las obras comenzaron, pero el coste de las mismas llevó a la quiebra a la empresa. Una vez más una idea nacida en el maremágnum de crecimiento de los años 2000 acababa en la nada. Sin inversores ni capital el barco ha permaneció anclado y olvidado desde 2011 hasta que finalmente ha sido vendido para su desguace.

Desde, en 2002 existe otro Pacific Princess con mayores prestaciones, lujos y comodidades pero tal vez con menos encanto. Esperemos que la planificación empresarial y los materiales de este nuevo buque permitan que el nombre del legendario navío sea honrado como se debe.

Bon Vent Pacific Princess

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